El Carisma de la Congregación es el cuidado y asistencia espiritual y material de los Ancianos desvalidos de uno y otro sexo, preferentemente los pobres, que sean puestos al cuidado de la Congregación.
Como nos enseñó nuestra Santa Madre es servir a los ancianos, aliviando sus necesidades a ejemplo del Buen Samaritano.
La finalidad de nuestra obra es en palabras de nuestro Fundador, Don Saturnino López;
"ser continuadoras de la misión de Cristo, que pasó por el mundo haciendo el bien"
concretado en acoger, cuidar y proporcionar toda la asistencia necesaria, inspirada en la caridad evangélica, a los ancianos desamparados.
En nuestra casa destaca la frase de Santa Teresa Jornet, "cuidar los cuerpos para salvar las almas".
Se trata fundamentalmente de fomentar en los ancianos el "espíritu de familia", a fin de que se sientan como en su propia casa, ofreciendo un servicio desinteresado, con amor y cariño.
Santa Teresa Jornet y Don Saturnino López Nova
con las primeras Hermanitas fundadoras.